Puertos de Sensatez
Con el tiempo uno va comprendiendo que ser artista es algo parecido a una condición existencial. No es un instrumento creativo que permita pensar y hacer cosas, sino un modo de ser sobre el que se tiene poco o ningún control. No es un ejercicio de voluntad, es más bien un derramamiento que nace de una permanente insatisfacción con el mundo y el presente, siempre lleno de dudas, obsesiones, demonios, fantasías, recuerdos e imposibles que intentan darle un sentido a todo esto. El artista sufre de un exceso de instrospección y ciertamente no conoce el veneno (¿o el elixir?) de la quietud. Las expresiones artísticas muchas veces se parecen al caos, a la crisis, a la catársis, y a través de ellas comienzas a entender que eres lo que eres y haces lo que haces porque no puedes ser ni hacer otra cosa. No es fácil, casi nunca lo es. Por eso los verdaderos amigos se convierten en parques y puertos donde todo es más simple y vuelve a tener sentido. La amistad es la celebración de l...