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Mostrando entradas de octubre, 2012

Vonnegut y Dresde: El eterno retorno de un bombardeo

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Para Kurt Vonnegut el bombardeo de Dresde siempre fue algo absolutamente incomprensible. Estuvo ahí, lo presenció y lo sobrevivió pero no era capaz de explicarlo. Por años planeó e intentó escribir un libro sobre la experiencia pero no lo conseguía. Cuando lo hizo admitió con ironía que lo que escribió no lo satisfizo. No fue producto de una deficiencia como escritor, la realidad es que la magnitud del horror y el sufrimiento rebasan el significado de las palabras. La violencia y la tragedia absolutas son fenómenos que trascienden el lenguaje. Pueden ser relatados  y ofrecer referencias sobre los hechos, pero “eso”, aquello que íntimamente el testigo quisiera contar, es incomunicable. Hay mucho más en el mundo de lo que el lenguaje puede decir, y en situaciones que llevan la resistencia humana a sus límites esto es más evidente. No es sencillo aceptarlo. La sensación es que no son las palabras sino una distancia insalvable lo que separa a unos hombres de otros, la distancia del

Gatsby o los espejismos de un sueño

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Algunos hombres quieren demasiado.  No es solo un problema de excesos, sino de lo que es legítimo exigirle al destino. Pero los sueños no conocen las limitaciones de quien los sueña. En “El Gran Gatsby” la vida de un hombre es definida por una obsesión inalcanzable. Sabe que debe convertirse en alguien más para obtener lo que desea, y en cierta medida lo logra gracias a una nación que tampoco creía en imposibles. Durante la primera mitad de los años 20, en la opulencia ficticia que anunciaba a la Gran Depresión, el sueño americano parecía una realidad irrefutable. Sostenida por una sociedad que confiaba en que la sofisticación y  el dinero pudieran comprarlo todo. El asunto no es poseer objetos, sino el poder y la fama que llegan con ellos: “You always look so cool” le dice Daisy a Gatsby, aun durante los días más calurosos y húmedos del verano. Pero para que el conjuro pueda durar las apariencias deben mantenerse. Cuando todos poseen riqueza es necesario algo más porque nu

Carisma se escribe con CH

Hay miles de lecturas posibles sobre los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela. Decidí compartir la mía porque he visto mucha confusión y frustración en las opiniones expresadas a través de  las redes sociales.  La mayoría no entiende cómo es posible que después de 14 años un gobierno ineficiente con tantos problemas críticos todavía cuente con un respaldo masivo. Si eres de los que creen que Chávez no tiene seguidores y que solo ganó con trampa te recomiendo que dejes de leer y recorras el país, especialmente las ciudades y pueblos más pequeños del interior. Mi análisis es para aquellos que no pueden encontrar una lógica en la decisión que tomaron casi 8 millones de venezolanos. Primero hay que dejar algo claro para descartarlo: Es cierto que Chávez utilizó todos los recursos monetarios y mediáticos para impulsar su campaña y que tuvo enormes ventajas sobre Capriles. Es cierto que se debió haber depurado el Registro Electoral Permanente antes de aceptar ir a