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Mostrando entradas de enero, 2010

La Banalidad del Mal y El Mal de la Banalidad (Parte II)

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Hannah Arendt publicó en 1963 un reporte, originalmente escrito para el New Yorker, en el que presentaba su análisis sobre el juicio a Adolf Eichmann en Jerusalem por su participación en el Holocausto. Eichmann ha sido catalogado como "El arquitecto del Holocausto" debido a que manejó la logística de deportación y transporte de los judíos a los guetos y a los campos de concentración. Creo que en base a lo que discutimos en la primera parte podríamos afirmar que Eichmann era un malo de verdad. Muchos anticipaban el juicio y en especial las intervenciones de Eichmann. En parte porque se esperaba una explicación, una mirada interna y personal que le diera de algún modo algo de sentido y revelara la estructura que hizo posible la producción industrializada de muertos. Y hacemos énfasis en el término "industrial" porque el Holocausto fue llevado a cabo con toda la eficiencia de una empresa industrializada que sólo es posible en un estado moderno. Existió división

La Banalidad del Mal y El Mal de la Banalidad (Parte I)

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En casi todos los idiomas se utilizan palabras como "animal", "bestia", "inhumano" o algún término parecido para referirse a personas o acciones que rechazamos, desaprobamos y consideramos malas. Pareciera que la idea de fondo es que de algún modo el mal es ajeno a la condición humana, o que la mala acción nos degrada a una especie de "animalidad primitiva y grotesca. Sin embargo, al reflexionar tan sólo un segundo sobre la existencia del mal en el mundo se hace evidente que el hombre es el mayor responsable, y que al menos por ahora, es el único ser (conocido) capaz de hacer el mal con conciencia, intención e incluso planificación. Hemos sido, históricamente, los agentes del mal en el mundo. Desde el asesinato cometido por Caín hasta Hirsohima y Nagasaki pasando por Auschwitz. El mal es parte de la condición humana, consecuencia de la libertad y la intención de ejercerla; en la apertura del hombre, el mal es posible. La obra de Hitler es tan hu

Regiones Estelares

"Algunos tienen que morir, donde zozobran los pesados remos de las naves. Otros moran junto al timón, conocen el vuelo de las aves y las regiones estelares". Hofmannsthal Hemos olvidado el esfuerzo, la lucha y el dolor necesarios para construir el mundo que hoy habitamos. Hemos olvidado la raíz noble de nuestra identidad histórica y asumimos el mundo como un objeto dado, constituido por instituciones (anacrónicas) que garantizan por sí mismas la seguridad y el bienestar sin requerir esfuerzo alguno. No poseemos ningún vínculo o nexo con el mundo circundante, sino que nos limitamos a ocuparlo y disfrutarlo como un derecho otorgado que no exige nada a cambio. Vivimos desparramados en la apatía del disfrute. Nuestros ojos, que reflejan ya el olvido del olvido, perciben un mundo que funciona solo, del que otros, completamente invisibles, se encargan. Para nosotros el mundo es un souvenir, es entretenimiento paternalista, una herencia que se despilfarra. Y en la realidad de