Paren el mundo que me quiero bajar...



Mientras escribo esta entrada escucho "Time" de Hans Zimmer, soundtrack de INCEPTION, y reflexiono sobre algunas de las cosas que he visto en los últimos días. La inundación de Pakistán, el derrame del Golfo, la portada de la revista TIME con la mujer Afgana desfigurada y sin nariz sólo porque quiso separarse de un esposo abusivo. Las muertes de Dioni López "Popy", Ernesto Zabarce y Pedro Penzini el MISMO DÍA porque a la vida (o a la muerte) le dio la gana. La foto de la morgue publicada por El Nacioal que es y ha sido la realidad de MILES de personas y no nos ha importado nunca. El candidato a la asamblea que rifa unas lolas nuevas para financiar su campaña. El Kid cayéndole a golpes a su suegro y Johan Santana acusado de violación. La risa de Izarra en CNN y el motorizado que encañonó a una mujer con una bebé los en brazos para quitarle el Blackberry en la puerta de mi edificio. Franklin Brito en la indigencia muriendo en VANO ante un gobierno grotesco y una sociedad indolente, viciada y acostumbrada a verlo y oirlo todo. El tweet habitual de la gran Rayma que se despide con: "Hoy Dios Bendice a Venezuela" y al mismo tiempo el de Izarra diciendo : "Franklin Brito huele a formol, NO AL CHANTAJE". Chavez tiene cáncer. No, no tiene. Hay más comida podrida. Se la mandaron a Haití y nadie dijo nada. No hay agua, por tercer día consecutivo no hay agua. De repente pienso en Mafalda, en este instante Mafalda me entiende. "Paren el mundo que me quiero bajar".

También en estos días alguien publicó una cita en Facebook que decía algo como: "Sabes que eres feliz cuando no quieres dormir porque finalmente la realidad es mejor que tus sueños." En ese momento pensé en la suerte que tienen algunos, pero ahora creo que tal vez leí un status de un universo paralelo en donde esta DESGRACIADA realidad no existe. Le queda pues a cada uno buscar bajarse del mundo a su manera, ya que nadie va a hacerlo girar como debería.

Para terminar un chiste: "Un hombre va al médico. Le cuenta que está deprimido. Le dice que la vida le parece dura y cruel. Dice que se siente muy solo en este mundo lleno de amenazas, donde lo que nos espera es vago e incierto. El doctor le responde "El tratamiento es sencillo. El gran payaso Pagliacci se encuentra esta noche en la ciudad. Vaya a verlo. Eso lo animará". El hombre se echa a llorar. Y dice "Pero, doctor... yo soy Pagliacci"






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