El reconocimiento y el respeto de los derechos civiles de todas las personas, sin excepción, debe ser un compromiso colectivo. Nadie debe ser discriminado por su sexo, raza o religión, es la única manera en la que puede existir una sociedad más libre y justa. Pero Caitlyn Jenner no es una mujer. Decir que es una mujer, o más aún, creer que es una mujer, implica aceptar que el género de un ser humano se define exclusivamente por la elección que una persona, dentro de un contexto sociocultural determinado, realiza apoyándose en su sentimiento de identificación. Si seguimos esta lógica, derivada de las teorías expuestas por Judith Butler y otros representantes del constructivismo social, la realidad objetiva se convierte en una especie de zona en reclamación. Es el sujeto quien construye los “hechos”, pues nuestro lenguaje ya no solo describe la realidad e informa nuestra percepción de ella, sino que la crea. La cultura hace al mundo, no existe una verdad objetiva que sea indep
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