Nostalgia para una generación shuffle
Hace aproximadamente 15 años vivía en Caracas, en una zona que se llama Santa Paula. Cerca del que era mi edificio se encuentra el Centro Comercial Vizcaya, en el que abrió sus puertas la primera tienda de discos Esperanto. Poco tiempo después de su apertura, comenzó a ser reconocida por la enorme variedad y el buen gusto que sus encargados tenían para seleccionar la música que ofrecían. Allí compre mi primer disco de Aphex Twin, y por recomendación de un vendedor conocí a Sonic Youth. Era uno de los pocos lugares en el que encontraba a otras personas que disfrutaban la música tanto como yo. Comentar una canción, analizar un disco, o criticar el arte de un “librito”, era mucho más que una trivialidad. Aquellas conversaciones y recomendaciones surgían de una honesta pasión por la música, del reconocimiento de su importancia como algo que trascendía el mero entretenimiento. En aquella época, era la única tienda en la que te permitían escuchar los discos antes de comprarlos. Por...