Desayuno de Campeones - Kurt Vonnegut


"Al ver aquel cartel - dijo Dwayne - no pude evitar pensar si no sería esa la razón por la que Dios me puso en este mundo: para descubrir cuánto puede aguantar un hombre sin romperse."

Kurt Vonnegut es un escritor del horror y el desencanto, con un talento extraordinario para exponer la crueldad, la estupidez y la tragedia que hay en los actos humanos. Sus personajes suelen ser marionetas de un poder superior que parece divertirse engendrando el error y el caos entre los hombres.

Sus héroes están a la merced de fuerzas superiores que operan detrás del telón, insistiendo en la futilidad y vanidad de nuestros intentos por comprender o cambiar el mundo. Como si la creación consistiera en una rutina de humor negro de algún comediante cósmico que nos otorgó la inteligencia para entender el chiste pero no la capacidad para reescribirlo. Ya que, justamente, ese es el remate: estamos destinados a intentarlo, pero no podemos lograrlo.

"«Estimado señor, pobre señor, valiente señor», leyó, «es usted un experimento del Creador del Universo. Es usted la única criatura con libre albedrío de todo el universo. Es usted el único que ha de pensar en lo siguiente que va a hacer y en por qué va a hacerlo. Todos los demás son robots, son máquinas."

"Desayuno de Campeones" es una sátira de la modernidad: de sus centros comerciales repletos de franquicias, de sus automóviles fabricados en serie, de sus reportes anuales de rentabilidad y de la obsesión por el dinero, el sexo, el poder y la fama que subyace en todo lo que hacemos. Un mundo que ha quedado reducido al absurdo por la infinita capacidad que tiene el ser humano para hacer cualquier cosa excepto lo que debe. 

Sin embargo, no es la libertad la puerta por la que llega el mal al mundo, la clave está en la naturaleza azarosa y errática de la existencia, particularmente la nuestra. La apertura del hombre, la exigencia de tener que decidir qué hacer y cómo encargarse de sí mismo, de encontrar un sentido para su vida y proveer los medios para su felicidad, lo dejan expuesto en toda su precariedad y vulnerabilidad.

La patética existencia de hombres como Kilgore Trout o Dwayne Hoover son un accidente que nos recuerda las palabras del Gran Inquisidor de Dostoyevski. La libertad humana es un error de sobre-estimación, prueba irrefutable de que el Creador del Universo se encuentra tan distante de su obra que desconoc lo más esencial de su naturaleza, ignora la angustia que atormenta su corazón por saber que no es suficientemente bueno, que nunca será todo lo que podría ser. 


"«Cada vez que usted entraba en una biblioteca», decía el libro, «el Creador del Universo contenía el aliento. ¿Qué libro podría llegar a elegir usted, con su libre albedrío, en aquel abundante bufé cultural sin orden ni concierto?

»Sus padres eran máquinas de lucha y autocompasión», decía el libro. «Su madre estaba programada para gritarle a su padre porque éste era una máquina de hacer dinero defectuosa, y su padre estaba programado para gritarle a su madre porque ésta era una máquina de hacer labores del hogar defectuosa. Estaban programados para gritarse el uno al otro por ser unas máquinas de amar defectuosas.

»Y después su padre estaba programado para salir violentamente de la casa y cerrar la puerta de un portazo, cosa que convertía automáticamente a su madre en una máquina de llorar. Y su padre se iba a una taberna donde se emborrachaba junto con otras máquinas bebedoras. Y después todas las máquinas bebedoras se iban a un prostíbulo y alquilaban máquinas folladoras. Y después su padre volvía arrastrándose a casa para convertirse en una máquina de pedir perdón. Y su madre se volvía una máquina de perdonar muy lenta.»"

Comentarios

Unknown ha dicho que…
no lo ley :v

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