El chavismo sin Chávez no ha comenzado

En momentos como este todo el mundo es opinólogo. Mi intención no es saturar un debate al que ya le sobran ideas y discursos de todas las tendencias, así que voy al grano.

En este momento solo una parte del país está movilizada políticamente: El chavismo.  Se han involucrado activamente con la realidad política de Venezuela y están haciendo algo al respecto. Han cerrado filas entorno a un nuevo mito fundacional creado por la muerte de Chávez. Hoy, en la concentración que acompañaba el ataúd, un tipo dijo: "Maduro es el candidato pero yo voy a votar por Chávez." 

Es una expresión básica pero precisa para explicar el sentimiento oficialista. Maduro está legitimado por Chávez o por algo más poderoso y desconocido hasta ahora: la leyenda de Chávez. Al menos en este momento Chávez muerto es más popular que vivo, y Maduro está legitimado por esa fuerza inmensa porque él la encarna.

No lo duden, si finalmente Henrique Capriles es el candidato de la oposición va a perder por igual o mayor cantidad de votos. Independientemente de las ventajas, trampas y vicios del CNE, la realidad es que el chavismo se encuentra unido y elevado por el espíritu de Chávez en términos casi religiosos. Tal vez más adelante las luchas internas provoquen el colapso pero por ahora es suficiente, para ganar las elecciones es suficiente.

Cuando Maduro gane va a iniciarse uno de los períodos más oscuros de la historia venezolana. Maduro fue el elegido porque está más comprometido con la ideología revolucionaria que Cabello. Algunos sectores del chavismo podrán dudar de su carisma y su capacidad, pero no de su convicción. Va a hacer lo que sea necesario, cualquier cosa, para que el proceso no desaparezca. Entonces entenderemos lo que algunos querían decir con aquello de "Chávez es un muro de contención."

Mientras tanto, la MUD espera torpemente, completamente desarticulada y sin ningún rasgo en común con el resto del país más que el de oponerse a Chávez. Una parte importante del país, casi la mitad, se ha quedado sin verdadera representación política y tampoco sabe qué hacer. A otros tantos tampoco les importa demasiado y simplemente esperan arrastrados por la inercia. Así es imposible ganar elecciones.

Quienes celebran el fin de una era y se han convencido de que el chavismo no es más que un capítulo de la historia, están equivocados. En lo personal, creo que se avecina una época aun más difícil, con un gobierno más radical, más incapaz y más dispuesto a mantenerse en el poder a cualquier precio. El chavismo sin Chávez todavía no ha comenzado, hoy su presencia tiene una fuerza enorme, tal vez mayor de la que nunca haya tenido.

¿Y del otro lado qué hay? Que cada quien escriba su respuesta.