Recuerdos en colores que no existen
Y recordar tus gestos cada hora
los pocos que han permanecido
En una sucesión de momentos que no quiero dejar de pensar
Pequeñas cosas
Detalles ínfimos
Líneas, sensaciones, texturas
Olores
Aun por descubrir, apenas anunciados
Y vuelvo a preguntar si llegaré a conocerlos
acostumbrarme a ellos
incluso a olvidarlos
Rápido
voy demasiado rápido, como siempre
voy demasiado rápido, como siempre
Y te pregunto a ti si vas a detenerme
si me dirás cuando
A ti que apenas das señales
que no alcanzo a interpretar
Silencios, centímetros y ausencias
que no significan
pero construyen espacios
(tuyos, nuevos)
un estado y una disposición
de angustia y ansiedad
hermosa y dolorosa ansiedad
que quiere adelantarse porque quiere
porque creo que te quiere
A ti que apenas das señales
que apenas te muestras
y te dejas contemplar
Si hay algo en ti
o te construí yo mismo
Si hay un destino
o sólo lo que hicimos
Ya es muy tarde
ya me hiciste escribir esto
o acaso sea yo
perdido entre fantasmas
No hay gran diferencia
y si la hay
ya no soy capaz de verla
Es muy tarde
Ya había sentido esto
Tantas, demasiadas
Cada vez es más fácil soportarme a mí mismo (a veces), y anticipar ilusiones extranjeras que prometen a la soledad un exilio. Ella siempre está feliz de irse porque sabe que va a regresar. Aquí adentro nadie cree en nada y todos creen en todo; si eres real me entiendes, si eres lo que espero lo sientes. La incertidumbre de ser muchos y el mismo, de querer olvidarte y necesitarte conmigo; porque es inútil empezar cuando tiene que terminar.
Desde aquí, sin ti, he visto todo terminar tantas veces, estrellas y planetas, galaxias enteras colapsar sin luz o gravedad, apenas un vacío, cada vez más profundo, y oscuro, pero dispuesto a comenzar, a soñar con astros incandescentes y llamaradas eternas, el fuego creador que lo arrasará todo y será mi exterminador, aniquilándome en la nada, en el paréntesis de nuevos sufrimientos. Se arrastra a mi lado susurrando que eres descanso del dolor, una herida en gestación, que duele dulcemente. Que no me perteneces porque no existen dueños, porque los seres mortales están condenados al instante, y que no debo verte. Porque vamos a repetirnos y volverá a ser lo mismo; estoy tan cansado de lo mismo.
Me alejo de ti pero no puedo ocultarte, a una distancia insegura, expuesto y vulnerable; y como siempre, ya es muy tarde, demasiado tarde. A ti, que apenas te muestras...
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